Como sucede con muchas de las palabras del castellano, el término adaptación proviene del latín. Dentro de la mencionada lengua su origen reside en la palabra adaptare que es un verbo compuesto por dos partes. Así, en primer lugar está el prefijo ad, que significa “hacia”, y en segundo lugar nos encontramos con el verbo aptare que vendría a traducirse como “ajustar” o “equipar”.
Es la acción y efecto de adaptar y adaptarse, haciendo
referencia a acomodar o ajustar algo a otra cosa.
Es hacer que un
objeto o un mecanismo cumpla con distintas funciones a aquellas para las que fue
construido.
Por otra parte, la
adaptación de una obra se refiere a lograr que ésta pueda difundirse entre
un
público
distinto
de aquel al cual
iba destinada o a través de una
forma
diferente
a la
original.